La desinformación “brutal” sobre la nueva Constitución propuesta para Chile

Aunque la campaña electoral comienza el 5 de agosto, el debate sobre la eventual nueva Constitución, y los efectos de un triunfo del “apruebo” o el “rechazo” se han tomado el debate en medios y redes chilenas, junto a preocupaciones ciudadanas como la seguridad o la inflación.

La desinformación encuentra espacio en el marcado interés por el nuevo texto y en la profunda diferencia entre los modelos que representan la Constitución vigente y la nueva propuesta.

En ese contexto, las distintas interpretaciones, y las opiniones y posturas a favor o en contra de su contenido conviven con las “noticias falsas” y otras formas de “contaminación informativa”, como las denomina el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Entre esta “contaminación informativa” se incluye la propagación de información errónea; de contenido falso creado en forma deliberada para causar daño (desinformación) y de información maliciosa (basada en hechos reales, pero manipulados).

El aspecto más problemático del fenómeno, plantea Valenzuela, profesor de la Universidad Católica de Chile, es que la desinformación se usa no sólo para generar confusión sobre la propuesta sino como herramienta de ataque.

“Cuando se dice que no hay protección a la propiedad privada en el texto de la Convención, no se espera que la gente lo crea, porque es cosa de ir a mirar el texto. Eso se promueve para generar una reacción emocional, para que quien reciba el mensaje diga: ‘¿Viste?, no protegen el derecho a la propiedad, te van a quitar tus cosas’. Estamos en un momento muy crispado en el que la desinformación se usa para crispar mucho más”, describe a BBC Mundo Valenzuela, quien ha analizado la desinformación en Chile frente al estallido social del 2019, la pandemia y las distintas etapas de la Convención Constitucional.

“Es la desinformación como medio para aumentar la animadversión, la polarización, la sensación visceral contra alguien o contra algo”, advierte.

Que permitirá “el aborto hasta los nueve meses de embarazo”, que arriesga el derecho a la propiedad, o que se está inscribiendo a inmigrantes para votar “apruebo” son algunos de los mensajes desmentidos por instituciones, autoridades, la academia, medios y sitios dedicados a chequear información.