Después de 8 meses y medio de estar en el cargo la exministra de Gobierno, Alexandra Vela, se va con números rojos. Es que en las calles y en las cárceles la violencia no paró, de hecho, se agudizó.

Según cifras de la misma cartera de Estado los homicidios intencionales aumentaron casi al doble en los dos primeros meses del 2022 alcanzando los 619 crímenes, mientras que, en el mismo periodo durante el año pasado fueron 347.

Pese a que Vela en su carta de renuncia, entre las razones de su partida, no menciona su gestión en cuanto a seguridad interna, aquí hacemos un recuento de las deudas que quedaron en la materia.

ZONA 8: LA GRAN DEUDA

En Ecuador desde el año pasado se levantó una ola violencia, sobre todo, en la forma actual de asesinar que horrorizaron a la ciudadanía. Casos como el de los dos hombres cuyos cuerpos fueron colgados de un puente en Durán y posteriormente, el asesinato, y desmembramiento de una persona en Machala.

Ante los hechos, la exministra de Gobierno anunció que se desarrollarían “operativos anti delincuenciales nunca antes vistos”. Para ambos casos, señaló que la Policía Nacional realizaba estrategias para impulsar “acciones diferentes” que iban a implicar un mayor control y movilización de equipos de inteligencia, que “serán llevados más allá de lo que hemos hecho durante este tiempo”, afirmó.

El Gobierno había anunciado el envío de 1.100 policías más y 9 millones de dólares para un gran operativo anti delincuencial en Guayaquil. Pero no llegaron, al menos, no completos. Al respecto, Vela informó que el resto de policías llegaría a finales de marzo.

Fuente de informacion EFE