El COVID-19 cambió el ritmo de vida de los ecuatorianos
La vida de los ecuatorianos se alteró a partir del 16 de marzo del 2020 . La noche de ese día, el presidente Lenín Moreno, declaró el estado de excepción para contener la propagación del COVID-19, pero en Guayaquil ya comenzó a multiplicarse los contagios de forma masiva, por lo que la bautizaron como la ´Wuhan de Ecuador ´.
Por primera vez, la gente sacó mascarilla permanentemente. Los productos de primera necesidad como el papel higiénico escasearon en los supermercados. Lo mismo ocurría con el alcohol y gel en las farmacias. En las casas, los miembros de las familias cambiaron sus hábitos y se desinfectaron varias veces en el día al entrar y salir. Los niños y adolescentes abandonaron las clases presenciales y se acostumbraron a la virtualidad. Recién en esta semana retornaron a la normalidad en las actividades escolares.
Según datos del Ministerio de Educación, 318 586 estudiantes terminaron el bachillerato durante la emergencia sanitaria. De esa cantidad, 172 601 corresponden a la Costa y 145 985 a la Sierra.
A la par, las autoridades implementaron una serie de medidas que iban cambiando de acuerdo a la propagación de la enfermedad. En Quito, se comenzó a multar a quienes no utilizaban los tapabocas e irrespetaban las normas de bioseguridad. Se utilizan protocolos para impedir la libre movilidad en vehículos particulares. Los aforos se concluyen en una constante al interior de las unidades de transporte urbano, centros comerciales u otros sitios de concurrencia masiva.
No obstante, pese a los controles permanentes, con el pasar del tiempo l a capital triplicó a Guayaquil en la cantidad de contagios. Hasta el 14 de marzo hubo 288 232 en Quito 98 867 en el Puerto Principal, según las cifras del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Eso se mezcló con la desobediencia civil y las fiestas clandestinas durante los fines de semana. Algunas eventualmente terminaron en altercados y hechos violentos que se difundieron en las redes sociales.
A esto se suman las estadísticas oficiales de muertes que han generado una serie de interrogantes con relación al manejo de la crisis sanitaria. Si bien las cifras del Ministerio de Salud señalaron que se reportaron 35 348 fallecidos probables y confirmados por coronavirus desde el 16 de marzo del 2020 hasta el 14 del mismo mes este año, el número de funciones en general supera las 220 000 en el mismo periodo . ¿Qué ha pasado con esa diferencia de casi 185 000 decesos s i se toma en cuenta que en los años anteriores no se ha dado una cantidad similar de muertes?
Ahora se viene otro problema: los primeros cinco primeros casos de la variante BA. 2 de Ómicron que fueron notificados por el Centro de Investigaciones de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UES) de Guayaquil. El primero se trata de una mujer, de 56 años, quien recibió las tres dosis. Otros dos casos corresponden personas sin vacunar, quienes fueron diagnosticados como casos positivos el 2 de marzo de 2022.
Una cuarta que resultó positiva el 3 de marzo de 2022 pese a que tenía dos dosis. Una quinta persona presentó la misma condición el 7 de marzo y quien contaba con dos dosis de inoculación.
Fuente de informacion EFE