Cosas aprendidas después de 6 meses de esta pandemia COVID 19

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote del nuevo coronavirus era una pandemia el 11 de marzo. La enfermedad ha llevado al cierre de fronteras, al confinamiento de la población, ha contagiado a casi 28 millones de personas y matado a más de 906.000 alrededor del mundo, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
Seis meses después, los científicos saben mucho más del virus y de la enfermedad que provoca, y decenas de estudios alrededor del mundo están en marcha para encontrar una vacuna. Además, algunos  tratamientos han sido aprobados para reducir la mortalidad. Aún no hay cura ni vacuna, y los efectos sociales y económicos son amplios y devastadores mientras los gobiernos luchan para abrir las economías y los viajes sin propiciar nuevos brotes.
El distanciamiento físico, el lavado de manos y el uso de mascarillas siguen siendo las principales herramientas contra el virus. 
Estos son seis datos que hemos aprendido en estos meses sobre el covid-19.

Meses después de la pandemia que ha infectado a más de 6 millones de estadounidenses, tanto el público como los expertos están aprendiendo que los impactos de covid-19 pueden prolongarse más de lo esperado.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) advierten que la mayoría de los estadounidenses que han dado positivo en la prueba del coronaviruspueden regresar al trabajo o la escuela 10 días después de la aparición de los síntomas, a menos que la enfermedad requiera hospitalización. Pero una nueva investigación sugiere que el virus y sus síntomas a menudo no están cerca de terminar en ese punto de referencia.
Según una investigación publicada en el British Medical Journal, es posible que los pacientes deban esperar más de un mes antes de volver a hacerse la prueba para saber si han eliminado el virus.

La farmacéutica AstraZeneca, que trabaja en conjunto con investigadores de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, dio a conocer este martes que suspendió los ensayos de fase 3 a nivel global de su vacuna contra el coronavirusluego de que un paciente presentara efectos secundarios no especificados.
El doctor Elmer Huerta analiza el caso y explica el significado de una decisión de esta magnitud.

La pandemia del coronavirus ha puesto a gran parte del mundo en confinamiento, desató una crisis sanitaria y económica, y ahora los países se preocupan por los rebrotes tras las órdenes de reapertura.
Aún no hay una vacuna, que es lo más cercano a una solución definitiva, pero ya hay avances y prometedores tratamientos para mitigar los síntomas del covid-19.

La compañía estadounidense Johnson & Johnson ha dicho que extenderá los ensayos de su vacuna candidata contra el covid-19 a Chile y Argentina.
La vacuna se someterá a ensayos de fase 3 en ocho países en total, en los que participarán unos 60.000 voluntarios adultos. Ya se había anunciado la participación de BrasilColombiaPerú y México.
«Este estudio está programado para septiembre, sujeto a revisión por parte de la autoridad sanitaria», dijo la empresa en un comunicado.
Los países han sido elegidos porque tienen algunas de las tasas de infección más altas del mundo.
«Se tuvo en cuenta la prevalencia actual de la enfermedad, la demografía de la población y los requerimientos de las autoridades sanitarias para asegurar que el estudio se pueda realizar de manera adecuada y brindar datos relevantes», dijo la empresa.
El estudio será coordinado por la subsidiaria farmacéutica de Johnson & Johnson, Janssen.

Las mascarillas y el distanciamiento social son nuestra mejor arma
El «estudio más completo hasta la fecha» encontró que la distancia física y quizás el uso de un tapabocas o barbijo eran las dos mejores formas de prevenir la transmisión del nuevo coronavirus.
El nuevo estudio, publicado en la revista médica Lancet el 1 de junio, encontró que las personas deben mantenerse al menos a un metro de distancia y más si es posible.
La revisión de varios estudios publicados, pagados por la Organización Mundial de la Salud, tuvo tres hallazgos principales:
Distancia física: la posibilidad de transmisión a una distancia de menos de 1 metro (3.3 pies) fue de 12.8%, mientras que cayó a 2.6% a una distancia de más de 1 metro. Agregó que distancias de 2 metros podrían ser más efectivas. Dijo que la certeza de la evidencia era «moderada».
Máscaras faciales: la posibilidad de transmisión sin una mascarilla facial o un respirador (como una máscara N95) fue del 17,4%, mientras que cayó al 3,1% cuando se usó una máscara. Sin embargo, la certeza de la evidencia era «baja».
Protección ocular: la posibilidad de transmisión sin protección ocular se estableció en 16%, en comparación con 5,5% con alguna forma de protección ocular como careta, visor, gafas o anteojos. Sin embargo, la certeza de la evidencia era «baja».

FUENTE INFORMATIVA CNNESPAÑOL
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