Las vacunas que revolucionaron la ciencia.

Las vacunas revolucionaron la ciencia y han salvado millones de vidas, quizás más que cualquier otro descubrimiento. Hoy queremos hablaros de los principales hitos en este camino; algunos, sin duda, muy curiosos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo el agua potable limpia rivaliza con las vacunas en su valor como salvavidas. No es ningún secreto que las vacunas revolucionaron la salud global, posiblemente siendo la innovación médica que más vidas ha salvado.
Las vacunas han erradicado la viruela, reducido las tasas de mortalidad infantil e impidiendo sus indeseables efectos. Las personas de generaciones recientes nunca han visto enfermedades que solían ser comunes, olvidando su poder destructivo.
Por desgracia, son muy poco conocidos los eventos históricos y los pioneros de la vacunación a los que hoy podemos agradecer este hecho.

La viruela, la rabia, la difteria, la poliomilitis, el sarampión, la malaria etc etc

Los científicos fueron mejorando las vacunas gracias a la investigación científica. Descubrieron que el uso de partes de agentes patógenos podría conducir a la protección contra las enfermedades que causan.
No había, por tanto, la necesidad de inyectarlos en su totalidad, como suele ser el caso en los métodos de vacunación más antiguos.
Los científicos también entendieron que la respuesta inmune podría mejorarse aún más mediante un método llamado conjugación, que implicaba combinar la parte antigénica de un patógeno con una proteína transportadora aislada de otro patógeno. Esto allanó el camino para el desarrollo de vacunas antineumocócicas y meningocócicas.

El futuro de la vacunación
El devastador virus del Ébola en 2014 fue una llamada de atención sobre lo mal preparado que estaba el mundo para manejar tal epidemia. Finalmente se aprobó una vacuna, pero llegó demasiado tarde para las miles de personas que perdieron la vida.
La innovación científica, las campañas mundiales de salud generalizadas y las nuevas asociaciones público-privadas son literalmente salvavidas.

Encontrar una vacuna para proteger al mundo contra los nuevos virus es un desafío enorme, pero si hay algo que podemos aprender de la historia, es que hay motivos para tener esperanza.

fuente informativa: lamenteesmaravillosa