El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que pondrá fin a la relación de su país con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que cuestiona por el manejo de la crisis del coronavirus.
El mandatario estadounidense, que anunció su decisión en una declaración a la prensa en la que no admitió preguntas, justificó su decisión argumentando que la OMS no había ejecutado las reformas que Estados Unidos le había exigido hace algunas semanas.
Washington quería que esa organización fuera más exigente con el gobierno de China, dónde se reportó el primer caso de covid-19 en el mundo, y acusó a Pekín de “ignorar sus obligaciones de informar” sobre el virus a la OMS.
En abril, Trump había suspendido temporalmente las contribuciones de su país al presupuesto de la OMS, estimadas en unos US$450 millones al año, equivalente a 15% del presupuesto de la institución.
Ahora esa decisión parece haberse vuelto permanente.
Estados Unidos es el país del mundo con mayor número de contagios confirmados, más de 1.700.000, y muertos, más de 102.000, de acuerdo con cifras de este viernes recopiladas por la Universidad Johns Hopkins.
Qué es la OMS
La OMS es una agencia especializada de la ONU que tiene como objetivos “promover la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables”.
Tiene oficinas en 150 países y alcance global.
En casos de pandemias como la del covid-19, la OMS es la institución mundial de referencia que sirve para orientar y ayudar a coordinar las políticas sanitarias de la mayor parte de los estados.
Por eso, Trump fue duramente criticado por muchos gobiernos y especialistas cuando en abril pasado decidió suspender las aportaciones de EE.UU. a la OMS.
“Esto es como quitar el financiamiento al cuerpo de bomberos justo cuando enfrentas un incendio devastador”, le dijo entonces a BBC Mundo Jack Chow, exembajador de Estados Unidos para la lucha global con el VIH y exsubdirector de la OMS.
Más allá de la crisis del covid-19, la OMS ofrece asesoría técnica y científica a muchos países para que apliquen mejores prácticas en sus políticas sanitarias y puedan ampliar el acceso de las personas a servicios de salud y nutrición básicos.
Además, juega un papel destacado en la lucha contra enfermedades como la polio y la tuberculosis.
Sin embargo, el mandatario estadounidense no es el único que ve fallos en la actuación de ese organismo.
Entre las críticas sobre la gestión de la pandemia, muchos especialistas cuestionan que la OMS haya permitido que China retrasara hasta mediados de febrero el ingreso a Wuhan del primer grupo internacional de expertos.
También critican que haya dilatado la declaración de emergencia sanitaria global y que cuando EE.UU. prohibió los vuelos hacia China dijera que este tipo de medidas eran innecesarias.
El gobierno de Taiwán, por su parte, asegura que advirtió con anticipación a la OMS sobre las evidencias de que el covid-19 se contagiaba entre personas, pero afirma que esa institución esperó 15 días -hasta que China llegó a la misma conclusión- para alertar al mundo.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha defendido el rol de la institución, asegurando que se ha guiado siempre por criterios científicos y profesionales.
El gobierno de China, por su parte, también ha rechazado con vehemencia las acusaciones sobre supuestos intentos de ocultamiento de lo que sabía sobre la pandemia y ha dicho que lo que intentan en Estados Unidos es desviar la atención sobre sus propias fallas en la gestión de la crisis sanitaria.
A mediados de mayo, Pekín se comprometió a aportar US$2.000 millones a la OMS durante los próximos dos años para combatir la pandemia.
Fuente Informativa: BBC MUNDO