EE.UU. y la Alianza del Pacífico marcan la agenda comercial

En los últimos 15 meses que le quedan al actual Gobierno, la agenda de comercio exterior tendrá como prioridad dos frentes: avanzar con las negociaciones para un convenio bilateral con Estados Unidos y concretar la inclusión de Ecuador como miembro asociado a la Alianza del Pacífico (ADP). Todos los demás acuerdos cuyas discusiones técnicas no hayan cerrado oficialmente, así como aquellas intenciones por incursionar a nuevos mercados quedarán suspendidas, refirió Diego Caicedo, viceministro de Comercio Exterior. Dentro de ese grupo se encuentran Corea del Sur, Turquía, Costa Rica, entre otros. En los dos primeros casos hubo algunas rondas de negociaciones. “En término de recursos humanos y financieros se nos hace difícil (continuar)”, explicó Caicedo. En la agenda oficial el camino más recorrido es con la Alianza. Uno de los pasos claves se cumplió el 20 de febrero del 2020, cuando terminaron las negociaciones con Chile.  Se espera que este acuerdo sea ratificado por los presidentes de ambos países, Lenín Moreno (Ecuador) y Sebastián Piñera (Chile), antes de finalizar el primer semestre del año. A continuación, siguen los diálogos con México. En enero pasado se cerró la primera ronda de negociaciones para un acuerdo comercial. En esa cita se abordaron seis disciplinas, principalmente acceso a mercados, que abarca toda la apertura de bienes y productos, “y es donde también se concentran las preocupaciones de algunos sectores”, comentó el Viceministro. Habrá un nuevo encuentro en este mes (la fecha aún no se anuncia) y tendrá lugar en México DF. A mediados de mayo se dará otra cita, y para junio se espera tener, al menos, un acuerdo bastante desarrollado. Para julio está prevista una reunión de los presidentes de la Alianza del Pacífico, el lugar aún está por definirse. En ese espacio se esperan novedades sobre la adhesión de Ecuador, que apunta a convertirse en un miembro pleno. El pasado 26 de febrero, a través de medios de comunicación mexicanos, se difundió la noticia de que, aparentemente, el camarón ecuatoriano que se exporta a ese país quedaría por fuera del tratado. Frente a ello, Edwin Vásquez subsecretario de Negociaciones Comerciales e Integración Económica de Ecuador, aseguró que “no hay nada definido”, ya que las conversaciones siguen en curso. “Es muy temprano para adelantarse, pero el camarón, sin duda, es uno de los productos importantes y debe estar ahí”. José Antonio Camposano, vocero de la Cámara Nacional de Acuacultura de Ecuador, replicó que se trata de un pedido del sector privado, “mas no es una posición oficial del Gobierno mexicano”. “Si se quita al camarón del acuerdo comercial con México, para el país (Ecuador) no quedan mayores beneficios”, agregó. En cuanto a Estados Unidos, a mediados de abril tendrá lugar en Quito la tercera reunión del Consejo de Comercio e Inversiones (TIC, por sus siglas en inglés) entre ambas naciones. A partir de ahí se espera estructurar una hoja de ruta. Caicedo considera que la negociación con Washington no será muy larga, ya que “la cancha está trazada” y ambos países conocen cuáles son los intereses que persiguen. El funcionario cree que el convenio debería tomar como referencia lo acordado en su momento por Colombia y Perú, así como el nuevo formato del tratado entre EE.UU., México y Canadá. También se tomarán insumos de las negociaciones que Ecuador tuvo con Estados Unidos, entre 2004 y 2006. La apertura comercial permitirá que más productos ecuatorianos lleguen a más mercados extranjeros en condiciones ventajosas. En la actualidad, apenas el 37% de toda la oferta exportable nacional está libre de aranceles, gracias al intercambio preferencial, anota Xavier Rosero, gerente técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). Para algunos gremios como la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae) y la Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal (Fedimetal), la preocupación por los acuerdos comerciales está en que la competitividad de la industria local aún no logra mejorar, pese a los pedidos recurrentes de los sectores productivos. Ejemplo de ello es que los ensambladores de vehículos en Ecuador pagan el 15% de arancel por los CKD que importan, cuando los productores de Colombia y Perú no tienen ningún sobrecosto. Aquello provoca que los vehículos de esos países sean más baratos que los ecuatorianos y tengan más acogida entre los consumidores, reflexionó David Molina, director ejecutivo de la Cinae. “La política fiscal debe estar alineada con la política industrial y comercial”, comentó. Guillermo Pavón, titular de la Fedimetal, añadió que para cualquier negociación primero debe haber una comprensión completa de la capacidad productiva del país, con el fin de proteger y potenciar a los bienes que se elaboran internamente. En ese sentido, dijo, el Gobierno debe impulsar medidas para rebajar los costos productivos, que son altos frente a los competidores.

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