El dólar bajó la inflación y redujo la brecha entre el salario y la canasta básica

Norma no recuerda cuánto dinero llevaba para las compras del mercado hace 20 años, cuando la moneda en Ecuador era el sucre, solo que el vuelto variaba. “Una semana la plata alcanzaba y otra no, así que ahí veía qué cocinaba a mis hijos. A veces era solo arroz con guineo”, cuenta esta ama de casa de 57 años, de Guayaquil.

Su testimonio refleja una cara de la crisis económica que el país atravesó en 1999: los precios variaban con tal frecuencia, que las personas no podían planificar su presupuesto.

Por citar un ejemplo, reportes de prensa de 1999 refieren que ese año la libra de arroz en los mercados osciló entre los 2400 sucres y 2800 sucres.

En la actualidad el incremento implicaría pagar un centavo de dólar más, pero en 1999 esos 400 sucres extras cubrían la mitad de un pasaje de bus.

Ecuador registraba una inflación en alza y tenía una moneda nacional en constante devaluación. Este y otros factores motivaron al gobierno de Jamil Mahuad a anunciar la dolarización el 9 de enero de 2000.

La cotización quedó en 25 000 sucres por 1 dólar.

Veinte años después, hay criterios divididos sobre el éxito de la medida por el análisis que se desprende de indicadores como la inflación, la canasta básica y el ingreso familiar.

El primero registra una marcada diferencia antes y después, pasando de una tendencia al alza a una a la baja.

La inflación anual se ubicó en 22,8 % en 1995, trepó a 30,7 % en 1997 y a 60,7 % en 1999, según el estudio ‘La Economía ecuatoriana luego de 10 años de dolarización’ del Banco Central del Ecuador (BCE).

El índice escaló a 91 % en el 2000 y empezó a caer en picada hasta ubicarse en 9,4 % en 2002, según la misma fuente.

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