Caos tras la suspensión del Parlamento británico

El anuncio del primer ministro británico, Boris Johnson, de la suspensión del Parlamento hasta el 14 de octubre, dos semanas antes de la fecha del brexit, cayó de golpe a los británicos y desató una crisis, enfureciendo a sus opositores, que lo acusan de liderar un “golpe de Estado muy británico”.

La medida fue calificada de “ultraje constitucional” que dificultará a los diputados impedir una salida de la Unión Europea sin acuerdo.

Johnson pidió a la reina Isabel II que finalice la actual sesión parlamentaria “en la segunda semana hábil de septiembre” y pronuncie su tradicional discurso inaugurando la nueva sesión el 14 de octubre, informó Downing Street.

La monarca lo aprobó.

“Es obvio que el propósito de esta suspensión ahora sería impedir que el Parlamento debata sobre el brexit, denunció el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow.

Esta medida dejará muy poco tiempo a los diputados, que regresan de vacaciones el 3 de septiembre, para intentar evitar un brexit sin acuerdo en la fecha límite del 31 de octubre.

Nada más conocerse la noticia, la libra esterlina se desplomó perdiendo un 1% respecto al euro y al dólar.

La Iglesia de Inglaterra dijo que una salida caótica desde la UE dañaría a los pobres y no llevaría a la reconciliación ni la paz en un país fracturado.

El líder laborista Jeremy Corbyn propuso presentar una moción de censura contra Johnson cuando los diputados vuelvan al trabajo la próxima semana y, si la gana, quiere liderar un gobierno temporal antes de convocar elecciones legislativas.

Los británicos decidieron salir de la UE por 52% de votos en un referendo en 2016. Sin embargo, el brexit, inicialmente previsto para marzo del 2019, fue aplazado dos veces ante el rechazo del Parlamento al Tratado de Retirada alcanzado por Theresa May con Bruselas el pasado noviembre.

El descontento se viralizó en las redes sociales con críticas en las que las personas incluso debatieron la legitimidad del papel de la Reina, así como a cuestionar el futuro de la monarquía constitucional de Gran Bretaña. El hashtag #AbolishTheMonarchy se hizo tendencia, registró The Guardian.

Protestas improvisadas se dieron en las principales ciudades, en las que manifestantes tildaron de golpe y pedían la renuncia de Johnson. (I)