Lluvias en julio recuerdan a el niño de 1997-1998

Que llueva en julio le hace recordar a Roque Mendoza el fenómeno El Niño 1997-1998 que afectó seriamente a toda la provincia.

En esos dos años cayó en la provincia 3.047,8 milímetros de agua por metro cuadrado debido a las intensas precipitaciones, según datos del Instituto  Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).A Mendoza,  excoordinador provincial de la extinta Defensa Civil, le causan preocupación las precipitaciones que se están registrando este mes en Manabí. Considera que esas condiciones pueden desencadenar que se presente el fenómeno El Niño, un evento natural que se puede registrar cualquier año, detalla el experto.En su explicación recuerda que la provincia está propensa a sufrir varias consecuencias de cuatro eventos naturales. Se trata de los tsunamis (sin registro durante varias décadas),  los terremotos (el más reciente el 16 de abril del 2016), el fenómeno El Niño (el más reciente en 1997-1998) y las sequías (en los años 1959, 1960 y 1961).

En el último siglo se han presentado los últimos tres fenómenos. Para el experto, son más altas las probabilidades de que en los próximos años se den dos fenómenos, ya sea El Niño (que se presenten cada 15 años) o la sequía (que se presenta cada 25 años), ambos ya pasaron ese umbral de tiempo.Carlos Mina,  técnico regional de la estación de meteorología en Portoviejo, dice que es un poco anormal ese tipo de precipitaciones en este mes, pero podría tratarse de vientos que se generan en la amazonía, los que atraen las lluvias o las consecuencias del cambio climático. Explica que en lo que va del mes ha caído 0,5 milímetros de lluvia por metro cuadrado, un valor inusual si lo compara con el 2017 y 2018. La mayoría de agua que cayó se debió a la lluvia registrada la noche del domingo, desde las 18h00 hasta las 20h30, según el técnico. Agricultores. El agricultor Luis Macías comenta que estas precipitaciones afectan principalmente al maíz que no ha si cosechado y al cacao. Considera extraño que se presenten lluvias este mes y acota que si son tenues no afectarán mayormente, pero asimismo teme que puedan intensificarse y generar daños en el sector agrícola, ya sea por daño a plantaciones o por destrucción de carreteras.Teodoro Moreira, también ligado a la actividad agrícola, comparte este criterio y añade que con las condiciones actuales del clima pareciera que todavía estuviéramos en invierno.Para Mendoza es necesario que el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias y la Gobernación activen las mesas técnicas con el fin de prepararse, ya sea para atender la crisis o minimizar los efectos adversos.“Es necesario que las mesas de trabajo estén reunidas desde ahora para saber qué tenemos, con qué contamos y cuáles son las necesidades de la provincia”, asegura, sin embargo dice espera estar equivocado, ya que afirma que la vulnerabilidad es alta y  las consecuencias de un fenómeno climatológico como El Niño serían graves. Este evento generó 2.882 millones de dólares de daños en la provincia la última vez que se presentó. Según datos de la Agenda de Desarrollo provincial, desde 1988 Manabí ha sido afectada por 4 sequías. De acuerdo a los estudios preliminares del Plan Hídrico, cada cuatro años existe el riesgo de una sequía en la provincia y cada 25 años existe el riesgo de que dos o más años seguidos sean de sequía.

EL DIARIO