Honduras sigue en crisis, a 10 años del golpe de Estado
El 28 de junio de 2009, el Congreso de Honduras destituyó al entonces presidente José Manuel Zelaya, quien previamente fue detenido por miembros de las Fuerzas Armadas. Zelaya salió esposado del palacio presidencial en la madrugada de aquel domingo, custodiado por soldados y exiliado a Costa Rica, a escasas horas de que comenzara una votación para reformar la Constitución, declarada ilegal por el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia. Ambos organismos lo acusaron de tratar de “aferrarse al poder” por la celebración de una consulta popular para su reelección. A 10 años de este acontecimiento, calificado como “golpe de Estado” por la comunidad internacional, el país sigue sumido en una crisis política y social, donde el gobierno y oposición no logran un entendimiento. Hace un mes los gremios de educación, salud y hasta la misma Policía protagonizan huelgas contra las medidas del presidente Juan Orlando Hernández, quien militarizó el país. Paradójicamente al caso de Zelaya, el presidente Hernández asumió su segundo mandato en 2018. El Tribunal Supremo de Justicia aprobó en 2015 una reforma que le abrió el camino para su reelección sin despertar la misma reacción ni del Congreso ni del Ejército. La actual crisis La compleja situación de convulsión social que vive Honduras comenzó en abril con dos decretos sobre la política de educación y de salud. La semana pasada a las huelgas se le sumó la misma Policía que denunció que sus jefes les ordenaban atacar a los civiles para terminar con manifestaciones. Los oficiales, además, indicaron que eran sometidos a jornadas exhaustivas, mala alimentación y un salario muy inferior. Luego de tres días llegaron a un acuerdo con sus superiores. El escritor Juan Ramón Martínez indicó en el periódico hondureño La Tribuna que: “No hay luz al final del túnel. Incluso si se logra pacificar a los maestros y médicos en huelga, surgen otros grupos con nuevas demandas”. El periodista Alberto Pradilla explicó en diario Público que: “Centroamérica siempre ha sido considerada el “patio trasero” de EE.UU. Durante la década de los 70 y 80 del siglo pasado, Honduras fue centro de operaciones del Ejército estadounidense, en plena campaña contrainsurgente contra las guerrillas de Guatemala, El Salvador y Nicaragua”. La violencia Honduras es un país violento. Con una tasa de homicidios de entre el 51 y 60 por ciento por cada 100.000 habitantes, según diversas estimaciones, está entre los países con más asesinatos. La llegada al poder de Juan Orlando Hernández incrementó la militarización, ya que el presidente sacó a la calle a un nuevo cuerpo, la Policía Militar, a quien entregó el orden público. Entre los factores que provocan los asesinatos están las pandillas (Mara Salvatrucha y Barrio 18 entre las más conocidas), el narcotráfico (Honduras es lugar de paso hacia EE.UU.) y las propias fuerzas de seguridad, ya que se han documentado diversos casos de ejecuciones extrajudiciales por parte de los uniformados. De acuerdo con el censo de 2016 en Honduras viven cerca de 9 millones de personas. Sin embargo, se calcula que otro millón emigró a EE.UU. Este dato sirve para ilustrar la difícil situación que atraviesa el país. Más del 60% de la población se encuentra bajo el umbral de la pobreza. (I)
Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/mundo/8/honduras-policia-josemanuelzelaya
Si va a hacer uso de la misma, por favor, cite nuestra fuente y coloque un enlace hacia la nota original. www.eltelegrafo.com.ec