Excolegio de Picoazá congrega a viciosos

De un momento a otro, un grupo de jóvenes se instala al pie de la entrada principal de lo que fue el colegio Picoazá.

 Pero no se sientan en la vereda o en la calle, sino que, a vista de todos, lo hacen en un banco de madera que han llevado exclusivamente con tal finalidad.Una vez sentados, asimismo, con el mayor desparpajo, comienzan a consumir droga que hacen circular de boca en boca.Allí se quedarán hasta que les dé la gana y, si llega algún patrullero, se van, pero al rato vuelven o se escabullen entre las aulas abandonadas de lo que fue la institución educativa. José Indarte, morador, asegura que ya están cansados de esa situación, la cual, según él, se da con más frecuencia en las noches.


“Los drogadictos se meten en el colegio, siempre ha sido así”, indicó Indarte, quien vive justo al lado.
Lilibeth Párraga, quien habita en la parte de al frente, fue más enérgica en su denuncia de la situación.
“Este problema se da a todas horas del día, no tienen horario fijo. Y no solo consumen, sino que venden sin que nadie haga nada. Llamar a la Policía es por gusto porque no les hacen nada, se van un rato, pero regresan como si nada”, dijo Párraga, quien afirma que ha recibido amenazas y no solo eso, pues hasta se le han metido a su casa a robar.
Mientras se hacía esta cobertura, un grupo de jóvenes -señalados por los vecinos como drogadictos- profirió insultos contra el personal periodístico.
A unos 300 metros del sitio conflictivo está una UPC, la cual, según indicó un agente que estaba allí, debido a la “georreferenciación” no puede actuar, pues eso le corresponde a la UPC de Los Bosques, aunque este se encuentre muy distante.

¿Y la policía?. Para el subteniente Jonathan Guajala, jefe del Subcircuito 2, constantemente se hacen patrullajes en la zona, pero muchas veces “no se puede hacer nada porque se encuentran con una cantidad de droga permitida”.
Asimismo, argumentó que la acción policial se ve limitada porque las propias familias de la comunidad salen en defensa de los infractores y agreden a los agentes del orden.
“La otra vez hasta le rompieron la cabeza a un policía”, señaló Guajala.
EL DIARIO