Cinco razones que explican el título de Richard Carapaz en el Giro de Italia
Con un tiempo de 90 horas, un minuto y 47 segundos Richard Carapaz se coronó campeón del Giro de Italia 2019, convirtiéndose en el segundo latinoamericano en lograrlo. El colombiano Nairo Quintana, en 2014, fue el primer nacido en Latinoamérica en cosechar el título del certamen.
El diario colombiano El Tiempo publicó cinco razones que explican el triunfo histórico de la ‘Locomotora’ ecuatoriana:
1. La regularidad: Richard Carapaz fue el más regular de todo el pelotón. Nunca desentonó. Si bien perdió en las contrarreloj no cedió mucho terreno, tiempo que pudo remontar en las jornadas de montaña. No es un ciclista completo, pero corrió con cabeza fría, midiendo sus fuerzas. En la primera crono de 8,2 km perdió 47 s con Primoz Rogliz y en la segunda, de 34,8 km, un minuto 55 segundos con el esloveno.
2. Dos triunfos de etapa: El ecuatoriano se impuso en la cuarta etapa en Fascati, luego de 223 kilómetros y dio el primer campanazo. Eso lo llenó de confianza para seguir el camino en busca del primer lugar de la general. Luego, se impuso en la jornada 14, con final en Courmayeur, de 131 km, y en la que llegó el liderato, tras una cabalgata en los kilómetros finales. Les metió más de un minuto a sus rivales. Ese día fue clave. Carapaz salió fortalecido de esa jornada, es un excelente escalador y faltaban las jornadas más complicadas en el ascenso.
3. De menos a más: El ciclista de 26 años comenzó tranquilo el Giro. En la primera semana se vio agazapado. Nadie lo tenía como favorito, a pesar de que en el 2018 terminó en la cuarta casilla. En la segunda semana se mostró más, con triunfo de etapa y el liderato. Era el mejor escalador y para el final estaban las jornadas más duras en las que sentenció la carrera. Mientras él venía en ascenso con su rendimiento, sus rivales ya habían gastado energías.
4. Sin desgastes: El ecuatoriano ahorró energías y las usó cuando lo necesitó. Se esforzó al máximo en las cronos para perder el menor tiempo posible y en la montaña, su terreno, sacó a relucir sus capacidades. En esa jornada del sábado 25, no solo ganó la etapa, se vistió de líder, sino que se les encaramó a sus rivales, quienes no tuvieron fuerzas para atacarlo, más bien él soltó lo mejor y en la etapa 16 se alejó de Roglic, su gran rival para la crono final. Ese día, Vincenzo Nibali quedó a un minuto 47 s y Roglic a 2 min 9 s. Buena ventaja. Y faltaba más montaña.
5. Trabajo perfecto: Esta vez Movistar se comportó bien. El equipo trabajó en busca del título, a pesar de que tenía a Carapaz y a Mikel Landa para pelearlo, pero el latinoamericano era el más fuerte, tenía más en las piernas para el remate y en los últimos días se dedicó a meterles segundos a su principales rivales para la general, que no respondieron. Fue tan superior que llegó a la última crono con el título en el bolsillo. (D)
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