Para la ciudadana María Muñoz es un suplicio cruzar a diario por el paso, pero sólo se arriesga por la necesidad.Comentó que con la creciente del pasado 7 de marzo, una gran palizada se incrustó en el puente y arrancó dos cables de acero que sostienen la estructura. “Paso con mis niñas pero con mucho miedo; si el río Garrapata tuviera un caudal menor preferiría pasar sobre el río. Esperamos que las autoridades cantonales y de la provincia nos ayuden�, agregó.Lo acontecido en el sector El Guabal, a dos kilómetros de El Mate, es más crítico. Hace 15 días quienes viven del otro lado del río se quedaron sin el puente colgante y ahora el único medio que tienen para cruzar es una pequeña balsa.“Hace 4 décadas construimos este puente para cruzar el río, hoy ya no lo tenemos y es el único medio para ir a la ciudad�, dijo Diógenes Andrade Rodríguez, morador del sector. Un equipo técnico visitará estos lugares, se informó.

EL DIARIO