La nómina del IESS se duplicó en seis años por mayor demanda
En el 2018, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) gastó USD 732,2 millones en el pago de su nómina, que a diciembre pasado llegó a 38 154 empleados. Si a ese valor se suman los beneficios de ley, el egreso ascendió a USD 980 millones. La cifra de trabajadores es el doble de los que había hace seis años, cuando eran 19 520, según datos de la entidad a los que accedió este Diario. Uno de los factores que explica este exponencial crecimiento de la nómina es la decisión de ampliar, en el 2010, la cobertura médica a los hijos de afiliados y jubilados de 6 a 18 años de edad, sin el respectivo financiamiento, lo que subió la demanda de atenciones. De una cobertura de 2,8 millones de personas en el 2008, alcanzó los 9,6 millones el pasado año; es decir, la entidad atiende las necesidades de salud de poco más de la mitad de la población del Ecuador. La atención que da el IESS incluye, además, a jubilados, amas de casa y personas con discapacidad o con enfermedades catastróficas, para cuyos gastos médicos debería aportar el Estado, pero no lo hace. Además, atiende a los afiliados y a beneficiarios del Seguro Social Campesino. Ampliar Afiliados y jubilados esperan por atención médica en el Hospital Carlos Andrade Marín, en Quito. Archivo / EL COMERCIO Para cubrir este crecimiento de la demanda, el IESS construyó nuevas unidades hospitalarias e incrementó su personal. El aumento más importante se efectuó en la administración de Richard Espinosa, quien presidió la entidad entre marzo del 2015 y diciembre del 2017. Durante ese período, la nómina aumentó en 11 098 trabajadores. Se trató de contactar al exfuncionario vía telefónica, para conocer su posición al respecto, pero no fue posible localizarlo. Geovanna León, directora del IESS en esa época, indicó que por tratarse de un tema de nómina debían responder los encargados de Talento Humano. El exgerente de esa área, Rodrigo Mendoza, no respondió las llamadas. A Espinosa le sigue Ramiro González, con un incremento en la nómina de 8 773 personas. El exfuncionario estuvo casi cinco años en el cargo y hoy está prófugo de la justicia. En tercer lugar está Víctor Hugo Villacrés (abril 2014 – marzo 2015), con quien la nómina subió en 5 346 empleados. Villacrés justificó el alza por la ampliación de la cobertura del Seguro de Salud. Uno de los indicadores que ha utilizado la entidad para medir su atención es la cantidad de camas y médicos por cada 10 000 beneficiarios. Tras un análisis de cómo disminuía este indicador desde el 2011 y el desarrollo de un plan estratégico -precisó el exfuncionario- se definió que se requería contratar a 6 600 médicos más. El exfuncionario reconoció que aumentó el número de puestos, pero básicamente fueron galenos. De la nómina actual del IESS, cerca de 27 500 personas pertenecen al personal médico. De ellos, el grupo de mayor crecimiento es el de “otros profesionales de apoyo a la salud”, que abarca auxiliares, camilleros, enfermeros, terapistas y otros puestos. Pese al incremento de la nómina en las áreas de salud, la Federación Médica Ecuatoriana asegura que aún no se logra cubrir la alta demanda. “El crecimiento es producto de ofertas gubernamentales técnicamente imposibles de cumplir”, subrayó Ernesto Carrasco, presidente del gremio. Otro factor que presiona la demanda de salud de la entidad, según el directivo, es la atención a beneficiarios del Seguro Campesino, que suman 1,2 millones de personas. Pero no solo el área de salud tiene más personal. El IESS cerró el 2018 con 10 660 funcionarios administrativos; es decir, 4 089 más que hace seis años. Un médico del Hospital Teodoro Maldonado Carbo, de Guayaquil, que prefirió reservar su nombre, ha observado un incremento “exagerado” en el área administrativa de esa casa de salud durante los últimos 10 años, mientras hay un déficit de médicos y camas. En el área de hematología, precisó el galeno, hay siete médicos, pero se requieren cinco más. Aseguró que hay cerca de 40 personas esperando por un turno en hospitalización. Para este servidor, la primera medida que requiere el IESS es su “despolitización”. Recordó que el ingreso del personal debe ser por concursos. “Hay médicos que llevan años esperando un nombramiento definitivo”. A diciembre pasado, 9 108 trabajadores tenían cargo provisional. En abril del 2017, el IESS creó 182 puestos para el proyecto “chalecos rojos”, servidores que ofrecen información a los pacientes en unidades médicas del Seguro. En la Resolución 550, con la que se crearon esas partidas, se justificó la contratación “para mejorar la eficiencia de las distintas prestaciones y servicios que optimicen la calidad, transparencia y calidez del servicio”. El viernes pasado, en el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), de Quito, se encontraban dos de estos funcionarios en el área de asignación de citas. Uno ayudaba a mantener el orden en la fila o respondía inquietudes de los pacientes y otro facilitaba el ingreso de personas con discapacidad. Mientras la entidad hace intentos por mejorar el servicio, la demora en la entrega de citas sigue. La semana pasada, Aída Pinta, una afiliada de 55 años, obtuvo un cupo para otorrinolaringología para el próximo 30 de mayo en el HCAM. Este Diario preguntó al IESS si tenía previsto optimizar el personal en este año. La entidad señaló que está procesando la respuesta. El presidente del IESS, Paúl Granda, dijo en enero pasado que buscará tener “una nómina óptima”.
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