9 de cada 10 casos de violencia intradomiciliaria en Guayaquil quedan en nada

La entrevista de un periodista de este Diario con el presidente de la Corte Provincial del Guayas, Gabriel Manzur Albuja, fluyó normal. El tema: la atención que dan las unidades judiciales a las denuncias de violencia intrafamiliar. Él habló de la diferencia entre contravención y delito, de cifras de causas ingresadas y atendidas, de ofrecimientos de mejorar los procesos para que las víctimas no queden desatendidas, etc.

Recién a los 27 minutos, ya al final de ese diálogo, surgió una pista sobre lo que realmente pasa en este tema, del que cientos de mujeres y otro tipo de víctimas dice sentirse en indefensión, que están defraudadas porque no se les hace justicia. En dos reportajes, el domingo y lunes pasados, este Diario reflejó esa realidad.

Fue María José Dávila, de la Unidad de Gestión Procesal, también presente en la cita junto a otros dos funcionarios, quien respondió a una interrogante hecha por este Diario sobre por qué hay quejas si, según las cifras, de 11.080 causas ingresadas en el 2018 en Guayaquil, 10.871 se resolvieron. ¿Acaso se archivan?

“Lo que pasa es que las víctimas no dieron apoyo, no mantuvieron la demanda. Entonces se archiva, porque no continuó la causa. La misma víctima puede decir que puso la denuncia para asustarlo y ya”, refirió la funcionaria.

¿Tienen cifras?, ¿se puede demostrar eso? Hubo una respuesta afirmativa general: Habría que buscar. Iván Ojeda, coordinador de Estudios Jurimétricos y Estadística Judicial de la Corte se puso, al mediodía del lunes, a procesar datos, incluso pedir cifras a Quito.

Así, a las 16:00 del lunes 4 de febrero se revelaban a este Diario esas cifras. Y asustan: en el 2018, en las unidades Florida Norte y Valdivia Sur se tramitaron 9.915 denuncias. De estas, 874, un 8,81%, llegaron a una sentencia, la mitad de ellas, absolviendo al acusado.

Las cifras más preocupantes son dos: 4.387 denuncias, el 44,25% prescribieron; y 4.167, un 42,03%, fueron dejadas a un lado por inhibición, es decir, el juez se niega a conocer porque es un delito u otras razones. Entre ambas suman 86,28%, lo que, aproximando, significa que 9 de cada 10 denuncias prescriben o se dejan de lado.

Los casos por violencia intrafamiliar corresponden cuando, por ejemplo, una persona, por lo general un hombre, golpea a otra y le provoca lesiones que signifique reposo de hasta tres días. Entran allí los malos tratos, amenazas y otras formas de violencia ejercida por quien tiene poder, como la pareja, tíos, suegros, padrastros. Si hay una denuncia y no concluye el proceso, este prescribe al año.

Según especialistas citados en reportajes de este Diario, de aquí nace la violencia mayor y, sobre todo, los femicidios.

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