La venta de licor a menores, un delito difícil de controlar

El lugar puede ser cualquiera en donde un grupo de jóvenes ha decidido pasar la noche en torno a una botella de trago. Vasos van vasos vienen, hasta que la botella expira en su contenido y es preciso llamar a alguien que preste el servicio de entrega a domicilio para seguir con la celebración.Muchos de estos servicios está disponibles en internet, así que lo más fácil es contactarlos vía WhatsApp o por teléfono. Lo que no sabe quien atiende la llamada es si su potencial cliente tiene la edad necesaria para hacer el pedido.Valery Benítez, quien se considera pionera en este tipo de entrega de licores a domicilio, manifestó que siempre hay riesgos, aunque se tomen las respectivas precauciones.“El trato siempre se hace de mayor a mayor, jamás con un menor de edad, pues está prohibido hacerlo”, manifestó la propietaria de Drinking Drivers. Pese a estas precauciones, comentó que, cierta vez, tuvo un inconveniente porque el que había hecho el pedido era un menor de edad y su madre se molestó. “En estos casos, la entrega no se concreta”, dijo.Hernán Rodríguez entrega a domicilio casi cualquier producto que se le requiera, entre ellos licor. Él también asegura que el trato se lo hace con una persona mayor directamente.Dueño de una moto en la cual hace las entregas, Rodríguez afirmó que el trabajo es delicado porque a veces, incluso, se encuentra con personas que no quieren pagar completo, que están mareadas y hasta con menores, en cuyo caso el negocio no se lleva a efecto.Autoridades. Para el gobernador de la provincia, Xavier Santos, el tema es muy delicado.“Primero que es prohibido, es un acto totalmente ilegal. Los esfuerzos se hacen a través de la socialización  necesaria de que es un acto ilícito. En ese sentido haremos todos los esfuerzos para que se evite esto que es reprochable”, indicó el funcionario.Santos dejó claro que las empresas que se dedican a la entrega de licor a domicilio ejercen una labor legal, pero deben buscar un mecanismo para evitar entregar a menores de edad.Kléber Guerrero, subintendente de Policía, también se refirió al caso.“Es un tema bastante sensible, pues hay personas que en sus vehículos, lo cual es de conocimiento público, movilizan este tipo de mercadería. Esto nos conlleva a trabajar con la Policía Nacional. Tenemos que hacer algo, no nos podemos quedar con los brazos cruzados frente a una irregularidad como esta”, comentó Guerrero.Indicó que ante cualquier alerta de venta a un menor, se moviliza a la Policía y  se hace un trabajo investigativo; sin embargo, también resaltó el rol que deben cumplir los padres de familia, puertas adentro, en el control de sus hijos, pues “no hay ninguna excusa”. Desde el punto de vista jurídico, el abogado Luis Gómez Falquez recordó que, durante el Gobierno de Abdalá Bucaram se emitió un acuerdo ejecutivo que sancionaba como un delito la venta de licores a los menores de edad, lo cual está tipificado en el Código Orgánico Integral Penal. “Antes no había sanción”, dijo.

EL DIARIO