Casi ningún barrio de la parroquia San Pablo ha estado exento de actos de violencia, y la Francisco de Paula Moreira no es una excepción.

Los recuerdos de Jackeline Ortega se remontan a un tiempo en el que el sector de la Francisco de Paula Moreira, en la parroquia San Pablo, en invierno, era un río.Según cuenta Ortega, en la  parte alta del cerro se unen tres vertientes que, cuando llueve, se hacen una sola.“Antes era peor, pero todavía  la calle se vuelve un río cuando llueve fuerte�, comenta la moradora, cuyos 56 años los ha pasado en ese barrio. “La parte de enfrente era de Samuel Vera, quien la compró y luego la fue vendiendo. Solo quedó su casa, la de la esquina�, expresa Ortega, quien tiene otro tipo de recuerdos no precisamente pacíficos.Cuenta que, antes, las fiestas de Pedro y Pablo -28, 29 y 30 de junio- eran muy sonadas pero, asimismo, muy violentas. Recuerda que la gente tomaba mucho y se armaban trifulcas que terminaban con muertos, heridos y escándalos. En esa época se decía que “lo que se robaban en verano el invierno se los quitaba�. Eso porque desde el cerro bajaban cosas como televisores, neveras y otros artefactos eléctricos en medio de la correntada.Ortega dice que ya no hay tanta violencia como antes, pero todavía es un poco peligroso, a pesar de que hay una cámara de seguridad que lo registra todo.

EL DIARIO

EL DIARIO