Ríos de 13 cantones de Manabí están contaminados
Las plantas de tratamiento de aguas residuales que se utilizan en Manabí fueron fabricadas en Estados Unidos. “Pero, pasa que en EE.UU en el invierno el agua se congela, acá no… Por eso es que las plantas en América Latina fueron mal diseñadas”, señala Marcos Morán, un experto químico que laboró por cerca de 30 años en la que fuera Corporación Reguladora del Manejo Hídrico de Manabí (CRM).El diseño de las plantas de tratamiento que se deben utilizar es el australiano que posee tres lagunas: la anaeróbica, la facultativa y la de maduración, explica el químico. Agrega que las plantas deben tener al menos dos lagunas de maduración, con una altura de 0,60 a 1,20 metros, para que los rayos ultravioletas del sol maten los coliformes fecales. Las lagunas de las plantas en varios cantones son más profundas, por lo que los rayos del sol no eliminan todos los coliformes y las aguas residuales que se descargan a los ríos podrían estar contaminando, advierte.Afectaciones. Un informe de muestreo de la Dirección de Gestión Ambiental y Riesgo del Gobierno Provincial de Manabí (GPM), reveló que en varios cantones los parámetros del agua de los ríos sobresalen del rango permisible.Nuvia Castillo vive a diez metros del río en la parroquia Honorato Vásquez de Santa Ana. Ella es consciente de la contaminación que existe y asegura que cuando sus familiares se han bañado, se les enroncha la piel.En esta parroquia, las aguas servidas van a parar a tres pozas sépticas que existen. Reinaldo Sornoza es crítico al decir que hay días en que el mal olor que emanan estas pozas no se soporta. “Cuando se rebosan, el agua va a parar al río”, comenta el hombre de 84 años, mientras muestra las prueba de lo que dice.Líder Gómez, presidente del GAD parroquial, explica que este sistema fue construido hace 25 años con cámaras de procesamiento, para que el agua que se descarga al río no salga contaminada. Sin embargo, esas cámaras requieren un nuevo tratamiento para que cumplan su función.“De una u otra manera se está contaminando (el río). A veces hay otra situación, la gente que siembra, por ejemplo, usa pesticidas e insecticidas”, reconoce Gómez.En los análisis de aguas naturales en el río Portoviejo, que hizo el GPM en noviembre del 2017, se detalla que cerca de la descarga de la planta de tratamiento de Honorato Vásquez se pudo determinar que hay parámetros que se encuentran fuera de los límites permisibles. Entre ellos la existencia de coliformes fecales.En los ríos de Chone, 24 de Mayo, Jipijapa, Manta, Sucre, Pedernales, Flavio Alfaro, Montecristi, Bolívar y otros existen similares problemas (ver infografía).“Siempre hemos detectado que el mayor problema que se da en los ríos es la presencia de los coliformes fecales, producto de las aguas residuales”, señala Leonardo Hidalgo, director de Gestión Ambiental del GPM, al asegurar que han hecho trabajos en cantones como Pedernales, Bolívar, Santa Ana, para ayudar en el control de estas aguas.Hidalgo considera que el tema es complicado porque cuando se construyeron las lagunas de oxidación (sistema para tratar las aguas residuales), fueron para la población que había en ese tiempo. La mayoría de las plantas de tratamiento de los cantones manabitas supera los 20 años.“Pero la población aumentó y las lagunas de oxidación ya no cumplen con los tiempos de retención”, menciona.Con esto concuerda el químico Morán, y pone de ejemplo la laguna facultativas de Santa Ana que, según él, en el 2011 cumplió su vida útil (25 años). También cuestiona a las autoridades por no haberse preocupado de superar la contaminación del río Portoviejo, durante años. Trabajos. Fernando Cedeño, alcalde de Santa Ana, es consciente de la contaminación que existe en el río y asegura que hace dos años trabajan en el plan de acción. Por ahora, la planta de tratamiento de este cantón cuenta con dos lagunas habilitadas, pues la tercera colapsó en el invierno del 2017. “Se la está limpiando actualmente y se está ubicando la geomembrana para tener un adecuado tratamiento”, dice Cedeño, al agregar que en dos meses estaría lista esta planta.En la parroquia Ayacucho se está instalando una planta de tratamiento, mientras que en Honorato Vásquez están a la espera de una planta donada por la Secretaría Nacional del Agua, detalla el alcalde.Portoviejo. La contaminación del río Portoviejo con coliformes fecales no depende de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), asegura Carlos Cedeño, director de Operaciones y Mantenimiento de Portoaguas, al mostrar los resultados químicos que realizan diariamente en esta planta. “El río Portoviejo viene desde la cuenca alta de Poza Honda… Obviamente va a tener afectación de coliformes fecales, sea en Portoviejo o en Santa Ana, porque en la misma represa están los lechuguines que se descomponen, y cualquier río va a tener una carga orgánica por ser parte de la naturaleza”, dice.El tratamiento de las aguas residuales en Portoviejo se realiza a través de dos lagunas aireadas, una facultativa y otra de maduración. Cedeño reconoce que este sistema es de EE.UU., que tiene beneficios al no consumir mucha energía eléctrica.Además, en el 2002 se hizo el rediseño de las lagunas de oxidación y se implementaron los aireadores. “Actualmente, estas lagunas, por el crecimiento poblacional, están llegando a su límite. Para esto, hemos tomado medidas para no contaminar el río y hemos mejorado la eficiencia del tratamiento”, detalla.¿Cómo lo logran? “aplicando microorganismos que descomponen la materia orgánica y mejoran el tratamiento”, agrega.Para el químico Morán, por el diseño de esta planta no deberían existir malos olores. “La laguna de maduración tiene doce hectáreas, lo recomendable es dos. Una laguna de maduración no puede manejar más de 5 mil metros cúbicos al día, sin embargo el caudal de agua residual que llega al tratamiento está por los 40 mil al día. Es necesario un rediseño”, expresa.Cedeño, en cambio, explica que el mal olor se debe por el cambio del clima. “Cuando pasa bruscamente del frío a calor, eso hace que los microorganismos no funcionen apropiadamente”, menciona.