La producción de cafés especiales toma fuerza en Manabí

Quito -Unos $ 19,2 millones deberán invertirse en la planta de licuefacción de gas natural de Bajo Alto para que funcione bajo estándares internacionales de eficiencia y seguridad. Así, la obra que inicialmente debía costar $ 36 millones y que terminó en $ 76 millones llegaría a casi $ 95,2 millones.

La planta, construida en El Oro por la empresa Ros Roca Indox, fue objeto de una auditoría por empresas internacionales avaladas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Presenta, entre sus principales y más costosos problemas, hundimientos y un deficiente abastecimiento de energía para la planta.

Los hundimientos se dieron, según el informe, por el diseño incompleto y por una construcción deficiente. Es que, según el estudio realizado por la empresa española Tecnatom, no hubo preparación del terreno ni un informe geotécnico.

También habría señales de mala ejecución de rellenos y cimentaciones.

Los trabajos de cimentación costarían $ 6,9 millones; el informe señala que se debe “reconstruir el perímetro de las losas instalando pilotes de 80 cm de diámetro aproximadamente, unidos por una viga de cabeza de amarre entre ellos, e intercalar columnas de grava”. También aconseja “en algunas zonas, demoler y reconstruir la losa sobre la que se ubican los elementos principales”.

En cuanto a la alimentación eléctrica de la planta, se había cometido un “grave error”. Siendo una planta de gas, se compraron motores a diésel para generación de energía eléctrica. Luego se los trató de adaptar a gas.

Se llamará así porque el sector es un hábitat de monos aulladores y monos micos, al igual que guantas y guacharacas. Incluso las personas que llegan a visitar la plantación pueden observar cómo se balancean estos primates en los árboles.

En Santa Ana, otro cantón manabita, la Asociación Campesina de Caficultores 29 de Junio cultiva café arábigo en las especialidades de sarchimor, acawá y caturra.

En el 2018, este gremio recibió a empresas importadoras de materia prima de alimentos a nivel mundial, como Zonsor Group, de España, y Caravela, creada por colombianos, pero con sede en Estados Unidos.

Delegados de ambas estuvieron en territorio santanense para conocer el sistema de producción y proceso poscosecha del grano.

La primera adquirió 110 quintales y la otra, 200.

“(Caravela) compró un café diferenciado, a un precio justo para nosotros; ellos trajeron todo su equipo e hicieron prácticas en territorio, porque vinieron a conocer de dónde partía el café, cómo hacíamos el proceso, las pruebas de catación y calidad”, señaló Leandro Barreto, presidente de la asociación, quien agrega que la expectativa es que la próxima adquisición de esa empresa multinacional sea un contenedor con 400 quintales.

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