Manabí: Los agricultores sienten la falta de agua en verano

En las grandes hectáreas de terrenos de la vía Colón-Quimís, la mayoría de agricultores siembran sólo en el invierno, mientras que los más arriesgados tratan de llevar el agua en tanques o con bombas intentan captar el líquido desde el canal que pasa al inicio de esta vía.Darwin Bravo tiene a cargo siete hectáreas de terreno en este sector, donde el propietario del predio invirtió diez mil dólares en la compra de bombas de agua, mangueras y tubos para trasladar el líquido que está a 1,5 kilómetros del canal.Bravo dice que no han podido recuperar esa inversión, pues de las cuatro mil plantas de papaya que sembraron, sólo han podido recolectar unas 200 frutas; y de las mil plantas de limón, recolectaron unos seis sacos en casi dos años.“Aquí había maracuyá, pero tuvimos que cortarla porque se secaron las plantas”, comenta el agricultor, al afirmar que todo se debe por la falta del líquido. “El problema es el agua”, señala el agricultor.Luis Bravo trabaja en este mismo sector y afirma que el problema aumentó desde que se dañó el sifón del sistema de canales de Poza Honda, de Santa Ana. En su caso, dice que prefiere sembrar maíz solo en el invierno, porque no cuenta con agua para regar en el verano.Proyecto. Para solventar estas necesidades del agro, en su momento se creó el Plan Hídrico de Manabí (PHIMA). El proyecto inició en 1989 y su ejecución era en 30 años. Es decir, debería estar listo en el 2019, pero a poco tiempo de que se cumpla este plazo, se ha avanzado en un 50 %, indicó Alex Briones, subsecretario de la Senagua.De acuerdo a datos de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), consistía en ocho proyectos: Jama, Coaque, Chone, integrado Chone-Portoviejo, Sancán, Ayampe, Olmedo y Misbaque (Paján).Xavier Valencia, exdirector del PHIMA, recuerda que el proyecto nació por la necesidad de desarrollar el agro, por el año de 1985 que existió una crisis petrolera en ese entonces.“Manabí prestaba las condiciones, entonces hubo una alianza estratégica que fue con cooperación japonesa y organismos del país, como el CRM (Centro de Rehabilitación de Manabí) y también consultores de la OEA (Organización de Estados Americanos)”, explica.Valencia señala que se ha avanzado en la construcción del sistema Carrizal-Chone, La Esperanza, y el multipropósito Chone, que se construyó en su primera fase, pero falta el sistema de riego.Valencia es consciente de que aún faltan las obras en la zona sur. “Lo que cabe en estos momentos es impulsar proyectos de financiamiento para poder regular en el tiempo”, dice.Considera que la falta de infraestructura es una de las limitantes más grandes del plan hidráulico. “En estos momentos creo que es fundamental repensar el plan hidráulico, de tal manera que se convierta en un instrumento de gestión, y no solamente de construcción de obra”, detalla.Buscan recursos.  Alex Briones, de la Senagua, indica que varios de los proyectos están en nivel de inversión y de preinversión. Por ejemplo, el proyecto de Jama, Coaque, y el multipropósito Olmedo están en estudios definitivos. El proyecto de Jama bordea los $63 millones, el de Coaque está por los $98 millones y el de Olmedo bordea los $75 millones.Es decir, se requieren unos 236 millones de dólares para su construcción.“Sobre estos tres proyectos, la Empresa Pública del Agua (EPA) se encuentra buscando las líneas de crédito o financiamiento, o en todo caso las alianzas público-privadas”, explica.Briones señala que el objetivo principal de estas obras es dotar de agua para el consumo humano y para el riego.Las obras en la zona sur, en cambio, están pendientes.Briones explica que aún faltan los estudios para el proyecto de Ayampe, que bordea los $2,5 millones, mientras que el de Sancán aún está en base de perfil.Recalca que las dificultades económicas que vive el país no impiden hacer las acciones y buscar financiamiento para los proyectos.“No es solo el hecho de implantar o construir infraestructura hídrica en la provincia, sino también ir trabajando en el tema de conservación y protección de fuentes”, menciona Briones. En el caso del sifón de Santa Ana, afirma que están los estudios que contrató la EPA, pero no se ha dejado de dotar el agua.

EL DIARIO