“No se puede ni comer”
Una mañana es rosado, la otra rojo y a veces amarillo. Ese río pasa tras de su casa, a unos 50 metros.Y ella sabe, sin mirarlo, que ha cambiado de color solo por el olor que emana. “Cada vez que sueltan el agua de las lagunas de oxidación el olor es fuerte, no permite ni comer y el agua es rosada o roja”, expresa. El río Manta nace en las montañas de El Aromo, pero a su paso de 10.963 metros recoge las aguas servidas que salen de las lagunas, supuestamente tratadas. Estas atraviesan los Barrios Unidos: Miraflores, 8 de Enero, 4 de Noviembre, 5 de Junio, La Ensenadita, 15 de Septiembre y Riberas del Río. Y es así que surgen los problemas. En el barrio 8 de Enero, por ejemplo, los vecinos se quejan de los olores que emanan del río. También de los mosquitos y reboses de aguas servidas.Gabriel Cobeña, presidente del barrio 8 de Enero, dice que la tubería del colector que lleva las aguas servidas desde la estación Miraflores a las lagunas de oxidación se desacopló luego del terremoto del 2016. Uno de los daños ocurrió en el barrio 4 de Noviembre, pero fue reparado; y el otro bajo el puente del 8 de Enero y ese no ha sido solucionado. “Actualmente sigue el problema y se dificulta por el estrechamiento del río. Los olores son insoportables, las autoridades dicen que el agua es tratada, pero no creo que sea así”, expresa.Luis Quijije vive en el barrio Miraflores. TUBERÍAS. Él señala que el año pasado les instalaron tuberías de un sistema de aguas servidas, pero estas han colapsado. Frecuentemente salen aguas servidas de los bordes del río Burro, a la altura de la Junta de Artesanos. “Esas aguas desembocan aquí y apestan no se puede ni estar tranquilo en la casa de uno”, reclama.Quijije señala que a esto se suma la basura que viene de sectores como el Jocay y que es arrastrada por las aguas negras que siguen bajando del sistema hidrosanitario. Según el Plan de Ordenamiento Territorial 2019, documento elaborado por el Municipio de Manta, “la contaminación ambiental en el cantón es notoria. Los cauces de ríos que cruzan el territorio reciben descargas de aguas industriales tratadas, pero que no cumplen con los niveles permitidos para poder ser descargadas, este es el caso del río Muerto, que nace en Montecristi, donde se asientan algunas empresas”. El informe es un trabajo en el que se analiza la situación económica, social, cultural, los riesgos y amenazas de una ciudad. En sus páginas 49, 50 y 51 indica que el “río Manta recibe descargas de las lagunas de oxidación ubicadas en San Juan; y el río Burro recibe descargas domiciliarias de sectores que no poseen alcantarillado o la red no está funcionando, por lo que las viviendas no están conectadas. Estos cauces desembocan en el borde costero del cantón, afectando y contaminando las playas”. En el documento se aborda el tema de los olores en ciertas horas del día y sobre todo en las noches, “que causan malestar en la ciudadanía”, todo esto por la presencia de la laguna de oxidación. Washington Anchundia, dirigente del barrio 15 de Septiembre, señala que en todos los sectores ubicados cerca al río la situación es la misma. “Hay mosquitos, maleza, cuando llueve ocurren desbordamientos, existe agua estancada, en fin, problemas graves que no se acaban”, indica. El dirigente señala que desde 1999 viene reclamando por este problema. Considera que todo lo que se ha hecho ha sido a medias y nada técnico. “Cómo va a creer que dos colectores que llevan aguas servidas pasen por dentro del río. Una maquinaria no puede profundizar el desazolve porque puede dañar el sistema”, cuestiona. Anchundia dice que ha pedido hablar del tema en sesión de Concejo Municipal, pero no ha tenido la oportunidad. Su objetivo es pedir la declaratoria de emergencia por la contaminación que hay en Manta. La semana pasada, Anchundia y otros dirigentes barriales protestaron en el barrio Miraflores por la contaminación del río Manta. Ellos se quejan, pero uno de los principales problemas que enfrentan son las enfermedades causadas por la contaminación. >enfermedades. Es la otra cara, o tal vez la cara más visible de un problema de años. Las enfermedades causadas por la contaminación de los ríos van desde problemas en la piel hasta dificultades respiratorias y gastrointestinales. Raúl Castro es un médico que trabaja en la Fundación Río Manta. Él recibe a pacientes de los Barrios Unidos y asegura que la mayoría son personas que tienen alguna dolencia debido a la contaminación. Son enfermedades vinculadas a la proliferación de mosquitos, otras a las partículas contaminantes que salen de los ríos y se posan en los alimentos, y otras en las bacterias y virus que afectan la piel. “Se pueden dar casos de dengue, chikungunya y zika. También diarrea, vómitos y fiebre. Esto aparte de las enfermedades causadas por el cambio de clima”, señala.
EL DIARIO