Cafetea desde la madrugada

No es camillero, mucho menos enfermero o doctor, su labor es mantener despierta a cada una de las personas que trabajan puertas adentro de la casa de salud.

Este personaje vende café, aguas aromáticas, aguas, jugos y morocho.
Para ser preciso, llega a las 05h00, cuando el sol no aparece y cuando el silencio toma por ratos el hospital. Esta labor la viene cumpliendo por más de 30 años. “Todos los días, hay días que se vende, hay días que no”, agrega Santiago.
Labor. Sus bebidas calientan la garganta de familiares que pasan un mal rato en emergencia o algún médico que busca café para continuar su guardia.
En un día gana 6 dólares que le sirven para su familia, “este es mi sustento diario y el de mi esposa. También vendemos corviches”, indica el emprendedor, cuyo único pedido es que le compren sus productos para poder subsistir. Complementa su trabajo con la venta de galletas y papitas fritas.
Cuenta que cuando el día es malo y no le alcanza el dinero que hace durante la mañana, tiene que viajar a Portoviejo para terminar de vender los corviches o tortillas, un viaje agotador para él, pues luego de su jornada tiene que regresar a Tabacales.
Santiago espera la ayuda de alguna entidad para que le otorgue una caseta donde vender sus productos.
EL DIARIO