Agricultura: ‘La queAgricultura: ‘La quema’ abre la época de siembrama’ abre la época de siembra

Él ya está preparado para el nuevo ciclo de siembra. Según comentó, una vez quemada la tierra, espera que la ceniza sea el mismo abono para cuando siembre sus cuatro hectáreas de maíz. “Si Dios nos ayuda, las lluvias comienzan en diciembre”, dijo.

Lo mismo empezó a hacer Armando Macías, agricultor. Él tiene lista la tierra y apilados los maizales secos, los cuales quemará para luego pasar la máquina, arar la tierra y esperar la lluvia. Indicó que no teme a algún incendio forestal, porque él toma precauciones.
“Hay que espaldear, es decir, dejar unos tres metros sin maleza o basura para que las llamas lleguen sólo hasta allí y no se propaguen. Una especie de borde”, explicó.
El agricultor espera que en este nuevo ciclo de siembra las cosas mejoren, pues el año pasado invirtió 5 mil dólares y sólo recuperó $ 2 mil.
Riesgos. La quema de maleza tiene sus contras. Por ejemplo, los incendios.
Esto fue lo que le ocurrió a Pablo Pin la semana anterior en el recinto La Palma de Mocoral, de Paján.
Pablo y su esposa Amada Merchán vivían en una casa de caña y madera que quedó en cenizas tras el incendio.
Según indicó, don Pablo se dedica a la agricultura y justamente por hacer un desmonte en un terreno cercano para sembrar maíz, arroz y maní en enero, se produjo una chispa que por el fuerte viento llegó a su vivienda.
José Toro García, ingeniero agrónomo, considera que una de las cosas positivas de quemar la tierra antes de la siembra es que las pancas (envuelve la mazorca de maíz), malezas, organismos vivos o insectos, le aportan potasio al suelo. Pero también tiene sus implicaciones negativas.
Según comentó, uno de los efectos es el calentamiento global. Además, se contamina la atmósfera. “Al quemar el suelo pelado vienen las lluvias y hay más problemas de erosión”, comentó.
Una de las maneras de evitar este tipo de prácticas, comentó Toro, es que se haga un nuevo sembrío a los lados de las pancas, para que le sirvan de abono a la nueva cosecha.
“La realidad es muchas veces de carácter ancestral y de factor económico. Lo ideal sería no quemar, sino que todo ese rastrojo, con máquinas, hasta donde sea posible, sea incorporado al suelo”, manifestó.
Sandro Vera, director distrital del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en Manabí, comentó que, como primera actividad previo a la siembra, es la capacitación en campo a los agricultores, en donde no aconsejan la quema de maleza.
“Nosotros realizamos asistencia técnica de mantenimiento nutricional del suelo, de buenas labores de cultivo. No recomendamos técnicamente, bajo ningún concepto, quemar el suelo. Eso ya es responsabilidad absoluta de cada agricultor”, señaló.
El funcionario detalló que en Manabí cada año se siembran entre 80 mil y 90 mil hectáreas de maíz, que es el mayor producto cosechado.
EL DIARIO