Antecedentes, consideraciones e iniciar la especificación de las evidencias que sustentan la decisión es lo que en la primera hora y media de lectura de la resolución había realizado, hasta el cierre de esta edición, la jueza Daniella Camacho, dentro de la reinstalación de la audiencia preparatoria de juicio que se convocó para saber si se llama o no a juicio por el secuestro de Fernando Balda al expresidente Rafael Correa, al exsecretario Nacional de Inteligencia (Senain), Pablo Romero; y a los agentes de inteligencia Raúl Chicaiza, Jéssica Falcón.

Solo contra Correa, la jueza nombró 20 elementos de convicción entre los que destacan oficios de entidades públicas, pericias técnicas de audio y video y versiones como las rendidas por el exsecretario de Inteligencia, Rommy Vallejo, o el exministro Coordinador de Seguridad, Homero Arellano.

Los testimonios anticipados de Chicaiza y Falcón, quienes sostienen que habrían recibido a través de Romero órdenes de Correa, también fueron tomados en cuenta.

Un peritaje señalado por la jueza en su lectura, el cual se habría realizado a la cadena de mando en este caso, señalaría que hay elementos que permitiría inferir que las disposiciones emitidas por Romero, como secretario de Inteligencia, fueron ordenadas, conocidas y autorizadas por el exmandatario.

El 18 de septiembre pasado, en el primer día de la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio por los delitos de asociación ilícita y plagio, un dictamen abstentivo del fiscal general Paúl Pérez ratificó la inocencia del exagente Jorge Espinosa y el exdirector de Inteligencia de la Policía, general Fausto Tamayo. (I)

FUENTE EL UNIVERSO