‘El Tin’ se quedó en Manabí, enamorado

El Tin’ (una parodia del futbolista afro Agustín Delgado) era uno de los más carismáticos del programa Vivos, que se transmitía por Teleamazonas. Era muy ocurrente y el pueblo lo identificaba. Ese proyecto luego se terminó y Cabezas se radicó en Manabí, precisamente en Portoviejo.

Desde la capital de los manabitas sale adelante.
El actor aún es recordado por los ciudadanos. Sus casi dos metros de altura, rematado por su rubia cabellera, no pasan desapercibidos para nadie. Durante este reportaje, en la calle las personas se le acercaban para saludarlo o tomarse fotos, casi todos le decían “pasa algo”, la particular frase que siempre expresaba en su segmento cómico.
Cabezas asegura que actualmente vive su mejor etapa al lado de su esposa Karla Guillem, quien es una abogada de Portoviejo. “El Tin” es un hombre que ora mucho, es evangélico, por lo que señala que todo gira alrededor de Dios y con él está muy agradecido “por esta victoria que me ha brindado”, menciona.
Hace de todo. En la capital manabita Cabezas no puede estar quieto, es reportero de noticias, actor profesor, youtuber y más.
Uno de sus productos estrella es un programa que tiene en su canal de YouTube, donde entrevista a todo tipo de personas, desde reconocidos funcionarios hasta personas anónimas de barrios peligrosos. No hace diferenciación y a todos les encuentra un valor agregado que los hace interesantes. Incluso, algunos de ellos han logrado fama, como el caso de “Tragabala”, un personaje en recuperación que ahora es muy requerido.
Cabezas siempre anda “armado” con una filmadora y un micrófono, para reportar al canal 30 y también a una radio de la ciudad.
Es por eso que “devora” las calles de la capital manabita, incluso en otros cantones de Manabí, por su intensa agenda periodística.
Sin embargo, su fuerte dice que es la actuación, estar en un teatro. Actualmente junto al humorista Alejandro Osorio, de quien menciona es el mejor que ha conocido, presentan la obra humorística denominada “Mi mujer está preñada y no sé de quién”, la cual, dice, ha podido exhibir en Portoviejo y Jipijapa y la lleva a todos los cantones donde le solicitan. Otra labor de este polifacético personaje es la de dar clases de teatro.
Dijo que Manabí es muy lindo y acogedor. Él luego de doce años radicado en Manabí, asegura que se siente uno más de esta tierra, disfruta de sus comidas, el encebollado, de la menestra de yuca y el caldo de habas.
FUENTE EL DIARIO