Feriado: Fue un retorno congestionado

Toala llegó a la terminal terrestre de Portoviejo a las 08h00, y no se imaginó que iba a encontrar una larga fila de personas que, al igual que ella, pugnaban por un pasaje.
“De tanto tiempo que viajo es la primera vez que me veo en este embrollo. Ya me quiero sentar es a llorar”, decía mientras permanecía en la fila.
Las maletas en los pasillos predominaban en la terminal, que lució copada todo el día. La espera cansó a muchas personas que, ante la falta de bancas, se sentaron en el piso hasta conseguir un boleto.
En algunos casos, los pasajeros estuvieron inconformes por el cobro de un dólar más en el pasaje hacia Guayaquil. Adolfo Briones dijo que normalmente paga $5, pero ayer le tocó pagar seis dólares. “De Guayaquil hasta Portoviejo también me cobraron siete dólares”, comentó. Lo mismo le sucedió a Miriam Briones.
Controles. Ángel García, administrador de la terminal de Portoviejo, dijo que la afluencia de pasajeros sobrepasó las expectativas, pues tenían previsto que la mayor demanda de usuarios se presentara en horas de la tarde. Sin embargo, las personas empezaron a llegar desde las primeras horas de la mañana.
García indicó que por la alta demanda de pasajeros hacia Guayaquil, se entregaron cerca de 30 permisos de turnos extras.
Por el tema de precios, García dijo que “la ley les permite que cuando hay una unidad extra, pueden incrementar hasta el 50 % del pasaje”.
La terminal terrestre de Jipijapa también lució copada por ciudadanos que retornaron a otras ciudades luego del feriado más largo del año.
En El Carmen, la vía a Pedernales, la avenida Chone y paso lateral, el tránsito vehicular se volvió lento por la gran cantidad de carros.
Los pasajes hacia Quito también tuvieron alta demanda.
Iván Cedeño, quien estuvo en Chone, comentó que le tocó hacer trasbordo hasta El Carmen, luego a Santo Domingo y de allí hasta Quito. Indicó que desde hace ocho días intentó comprar los paisajes de retorno, pero se habían agotado.
En la terminal terrestre de Manta el panorama fue diferente. La capacidad del edificio y agilidad en la salida de carros no generó aglomeraciones.
Balnearios. El movimiento de turistas en Manta no fue muy intenso en el último día del feriado. En las playas hubo pocos bañistas.
En la parroquia Crucita la presencia de bañistas fue considerable, pero la mayoría eran visitantes locales, porque los nacionales retornaron desde temprano.
En los balnearios de agua dulce de Rocafuerte y Santa Ana tampoco hubo muchos visitantes. Robin Mendoza expendió comida en Santa Ana.
Dijo que sus expectativas no se cumplieron, pues anhelaba tener más clientes. En Pedernales y Bahía cientos de turistas cerraron el feriado en las playas.
FUENTE EL DIARIO