La audiencia por acción de protección de Julian Assange se suspendió por problemas de traducción

La audiencia para sustanciar la acción de protección que solicitó la defensa de Julian Assange en contra del canciller José Valencia se suspendió, debido a problemas técnicos y de traducción. La diligencia se convocó a las 09:00 de este jueves 25 de octubre del 2018, en el Complejo Judicial Norte. La jueza Karina Martínez informó que el fundador de WikiLeaks participaría de la audiencia, a través de una videoconferencia con traducción simultánea. A través de una pantalla se observó al australiano con una tupida barba y cabello hasta los hombros. El fundador de WikiLeaks estaba acompañado de un abogado español, que forma parte de su equipo de defensa. Para que esto suceda, se solicitó a la Cancillería la autorización para instalar un ordenador con acceso a Internet, para que el ‘hacker’ australiano pueda rendir su versión desde la Embajada de Ecuador en Londres. Además, se le proporcionó una dirección de correo electrónico. Carlos Poveda, uno de los abogados de Julian Assange en Ecuador, solicitó que se le permita conversar en privado durante cinco minutos con el australiano, para articular la estrategia de la audiencia. El jurista señaló que no han podido dialogar directamente con el activista, debido a la restricción en las comunicaciones en línea, que rige en el Consulado ecuatoriano. La jueza le concedió este pedido. Una vez que se debía iniciar la audiencia, la conexión presentó problemas de audio y Julian Assange se quejó de la calidad de la traducción del perito. La jueza adujo que el “inglés australiano” de Assange dificultó la comprensión del perito traductor sorteado para la diligencia. La defensa del Estado ecuatoriano, liderada por el Procurador, Íñigo Salvador, también cuestionó que no se haya instalado un sistema de traducción simultánea y que en su lugar se haya preparado una traducción secuencial. Es decir, el perito debía traducir las expresiones de Assange y también lo que dicten las partes procesales. “Si una audiencia de este tipo puede durar entre tres o cuatro horas, con traducción secuencial puede tardar ocho horas”, manifestó Salvador. El canciller José Valencia no acudió a la diligencia, pues debía recibir al presidente peruano, Martín Vizcarra. En su lugar estuvo el viceministro Andrés Terán y un equipo de juristas del Ministerio de Relaciones Exteriores. Durante aproximadamente una hora y treinta minutos, los técnicos del Complejo Judicial intentaron establecer la conexión con otro sistema, para mejorar el audio y facilitar la traducción. Sin embargo, esto no ocurrió. Incluso, Julian Assange hizo una prueba para evaluar la forma en la que el perito traduciría sus expresiones. El asilado pronunció diferentes oraciones en inglés y al final dijo que el nivel de la traducción “no era suficiente”. La jueza Martínez resolvió suspender la audiencia, para garantizar la participación del activista en igualdad de condiciones. Al salir de la sala, el procurador General del Estado no quiso adelantar cual será la estrategia ecuatoriana ante la acción de protección, que busca terminar el aislamiento de Assange y dejar sin efecto un protocolo especial de visitas y comunicaciones que rige en la Embajada de Ecuador en Londres. Carlos Poveda ratificó que el líder de la defensa de Assange ante el Estado ecuatoriano es Baltasar Garzón. Agregó que se llegó a un acuerdo con la Procuraduría y la Cancillería, para colaborar en la traducción de Assange cuando se convoque nuevamente a la audiencia. “Una de las preocupaciones de Julian Assange era que si daba declaraciones, significaría una transgresión al protocolo especial que podría significarle perder el asilo. Miren esa contradicción”, sostuvo Poveda.

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