Vuelve el terror a las calles de Managua: “Lo único que Ortega puede ofrecer al pueblo es la fuerza bruta”
El régimen de Daniel Ortega reprime con fuerza una marcha pacífica por los presos políticos en Nicaragua
Nueva noche de violencia y represión en Nicaragua
El régimen de Ortega intenta ganar tiempo y continúa su campaña de represión en Nicaragua
El régimen orteguista volvió a revelar al mundo su verdadero rostro. Después de meses de represión silenciosa, de amedrentar y apresar a críticos y empujar a otros al destierro, atacó una manifestación pacífica convocada el domingo en Managua bajo el lema “Unidos por la Libertad”, que exigían el regreso a sus hogares de los presos políticos y la vuelta a la democracia.
“El Gobierno de Ortega sigue con su plan de reprimir selectivamente cualquier brote de protesta, a todo el que, según ellos, promueve el terrorismo. Pero solo se trató de una protesta pacífica porque la mayoría del pueblo quiere que Ortega se vaya”, afirma monseñor Carlos Avilés, mediador de la Comisión de Verificación y Seguridad del diálogo nacional, en conversación telefónica con EL MUNDO. “La Iglesia condena todo acto de violencia y apoyamos la libertad que debe tener todo el mundo a gritar, hablar, expresar sus ideas de manera pacífica”. Indicó que los sacerdotes no pudieron estar en las calles “porque celebramos misas el domingo pero nuestros feligreses sí anduvieron. La Iglesia siempre apuesta por el diálogo, no queremos la escalada de violencia. Pero el Gobierno está violentando la crítica, disparando a la gente”.
Por medio de un comunicado, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, CENIDH, organismo que sigue trabajando en el terreno pese a que alguno de sus miembros más destacados debió exiliarse en Costa Rica, denunció que “pudimos observar cómo agredían a ciudadanos y periodistas y sembraban el terror haciendo uso desproporcionado de la fuerza”. También la Articulación Feminista de Nicaragua repudiaba la detención arbitraria de catorce mujeres, al tiempo que exigía su inmediata liberación.
Entre las apresadas se encuentra Ana Lucía Álvarez Vigil, su hermana Tamara y su tía Ana Margarita. La primera fue alumna del prestigioso Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad norteamericana de Cornell, y la propia institución lanzó su voz de rechazo por medio de un comunicado: “Fue alumna con beca Fullbright y enfocó sus estudios en el empoderamiento de las mujeres. Es una apasionada defensora de las libertades civiles”, reza uno de los apartes.
La “Unidad Nacional azul y blanco”, que agrupa a los llamados “auto-convocados”, es decir, gente del común que solo busca cambiar el rumbo de Nicaragua y que sea de nuevo un Estado de Derecho, reveló un listado de 32 detenidos el domingo, mientras que el CENIDH se refiere a 29. La mayoría fueron conducidos al penal El Chipote de Managua, donde Daniel Ortega concentra a casi todos los presos políticos, mientras otros se encuentran en paradero desconocido.
Pese a que la aguda crisis humanitaria de Venezuela, con sus cientos de miles de emigrantes recorriendo a pie Sudamérica, relegó a un segundo plano de la actualidad mundial los abusos continuados del gobierno de Nicaragua, Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo, estos nunca han cesado. Tampoco ha parado el éxodo de nicaragüenses hacia Costa Rica, tanto por miedo a la policía y los paramilitares del mandatario sandinista como por la precaria situación económica.
Esta semana se cumplen seis meses desde que comenzaron las protestas y el nivel de violencia del régimen es tan “desmesurado y loco por la desesperación delirante de poder”, que a ese ritmo “no tardan en capturar a la María de los guardias [personaje de sus canciones]”, señaló en tono irónico el cantante nicaragüense Carlos Mejía Godoy, según recoge el diario ‘La Prensa de Managua’.
“La gente cada vez los desprecia más, lo único que pueden ofrecer al pueblo es la fuerza bruta, villana”, le indica a EL MUNDO por teléfono el médico Javier Pastora, que fue despedido de su trabajo en el hospital de León y la Universidad donde dictaba clases, solo por atender heridos en su día de las manifestaciones. “La policía reportó de menare oficial que había liberado a ocho y a treinta los van a procesar por instigadores y provocadores de la pérdida de la paz y la tranquilidad del pueblo. Es el mundo al revés. Pero Ortega terminará en al basurero de la Historia“.