Aborto causa el 13% de muertes maternas

“Quizás fue por los nervios”, dice “Patricia” (nombre protegido), al revelar que el sangrado le duró tres días. En el último, sintió que algo se le desprendió de su vientre y le bajó una mancha grande de sangre. Los cólicos eran fuertes, pero fueron calmando poco a poco, indica.

“Patricia” tenía tres semanas de embarazo cuando  decidió con su novio no tener a su hijo. “Me estaba cuidando para no embarazarme y no sé qué pasó”, comenta.
Dice que tener un hijo no estaba en sus planes porque le significaba abandonar sus estudios universitarios. Tampoco tenía un empleo para poder darle la vida que se mereciera.
¿Y tu novio? pregunto. “No sé, terminamos luego de que me hice el aborto”, responde.
Ella es consciente del riesgo que le significó abortar sin el control de un médico, pero confiesa que al menos tres de sus amigas ya lo habían hecho antes “sin complicaciones”.
Una de ellas fue quien le dio la dosis y el nombre de esas pastillas redonditas de color blanco y un poco más grandes que las normales. “Es como una cadena, cuando alguien quiere abortar las demás le dicen lo que debe comprar”, comenta.
Secuelas. En el primer año, “Patricia” no superó lo que había hecho. Se sentía culpable, más que todo cuando vio nacer a su sobrino, con quien ahora se ha encariñado.
¿Volverías a abortar? “No”, dice con seguridad, al recordar el hecho de hace tres años.
Marcelo Barcia, psicólogo clínico, menciona que cuando una mujer se hace un aborto siempre va a tener ese sentimiento de culpa que causa una afectación emocional. “Va a ser un poco complicado tratar de borrar esa situación”, refiere, al recordar el caso de una estudiante de 16 años a la que le brindó terapias psicológicas.
La adolescente era alegre, divertida, pero luego del aborto su personalidad cambió. “Se volvió una chica solitaria, se aislaba. Tuvo la intención incluso de quitarse la vida”, indica.
Barcia menciona que el temor es lo que les hace cometer este error a las mujeres. “Dirán que les fallaron a sus padres”, indica. La falta de apoyo de la pareja o el embarazo no deseado son otras de las posibles causas para que las mujeres decidan abortar. La mayoría de los casos son menores de edad, señala.
La educación sexual desde el hogar es una de las recomendaciones del especialista.
Riesgos. Pero el daño psicológico no es lo más grave que se puede presentar luego de un aborto. En algunos casos, la mujer ha perdido la vida en su intento de no tener a su hijo.
“Fernanda” vio la muerte de cerca luego de que su expareja la hiciera abortar cuando tenía casi tres meses de embarazo.
“Me llevó a una ‘comadrona’ para que me hicieran un legrado”, confiesa. De lo que le hicieron prefiere no dar detalles, pero indica que fue algo “horrible”.
“Al otro día me sentí mal. Estuve a punto de morirme en el hospital”, menciona.
“Fernanda” sufría constante maltratos de quien fue su pareja y que la obligó a no tener a su hijo. Afirma que si no la hubiesen llevado al hospital no estuviera contando su historia. Ni siquiera con otro nombre. Ahora vive feliz con su hijo de cuatro años, pero de lo que sucedió hace 12 años es algo que siempre recordará, indica.
Muertes. Según la gaceta de muertes maternas del Ministerio de Salud Pública (MSP), el aborto es la tercera causa de fallecimiento de madres en el país.
“El 41,17% de las mujeres fallecidas tuvieron parto por cesárea; el 25,49% fue por vía vaginal; el 12,75% terminó en aborto y su procedimiento fue un legrado instrumental; y el 20,59% fueron madres que fallecieron con su embarazo, independientemente de la edad gestacional, por lo que el producto fallece intraútero”, señala el documento.
Entre las causas más comunes de las muertes por aborto se encuentran los embarazos ectópicos (por estar fuera del útero), y los abortos sépticos (infección intrauterina grave durante o poco después de un aborto), según el MSP.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que cada año en el mundo se practican unos 25 millones de abortos sin condiciones de seguridad, en su mayoría, en países en desarrollo de África, Asia y América Latina.
“Entre un 4,7% y un 13,2% de la mortalidad materna anual puede atribuirse a un aborto sin condiciones de seguridad. En los países en desarrollo cada año hay alrededor de 7 millones de mujeres que son hospitalizadas a consecuencia de un aborto sin condiciones de seguridad.
Se calcula que el costo anual del tratamiento de las principales complicaciones resultantes de un aborto sin condiciones de seguridad asciende a $553 millones”, detalla el informe de la OMS publicado en febrero pasado. Entre el 2010 y el 2014 hubo 35 abortos provocados por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 44 años de edad, agrega.
Especialista. Hugo Loor Lino, gineco-obstetra del hospital Verdi Cevallos de Portoviejo, señala que en los 28 años que tiene laborando como médico especialista, son varios los casos que ha atendido de mujeres que llegan luego de un aborto.
“La mayoría son perforaciones uterinas, infecciones por mala técnica en el legrado -le dejan restos y se producen infecciones genitales-, mala utilización de los instrumentos de legrado porque son clandestinos”, explica.
¿Y el riesgo por el uso de las pastillas?
“Como se usan de manera clandestina, se presentan sangrados, no toman las precauciones del caso y vienen al hospital con problemas de anemia, necesidad de poner a veces sangre, porque esos restos que quedan a nivel de la cavidad uterina es como una llave de agua abierta”, advierte.
Asegura que rara vez una paciente expulsa todo cuando utilizan las “pastillas blancas”. “Siempre quedarán restos y tienen que acudir a un profesional”, refiere.
El especialista indica que en muchos casos las mujeres han terminado con la pérdida del útero al estar perforado. Así, ya no podrán tener más hijos.
Loor señala que la mayoría de los “abortos clandestinos” se los realizan menores de edad que no miden las consecuencias.
El Código Orgánico Integral Penal (COIP) sanciona los diferentes tipos de abortos. “El aborto consentido: La persona que haga abortar a una mujer que ha consentido en ello, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años. La mujer que cause su aborto o permita que otro se lo cause, será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a dos años”.
FUENTE EL DIARIO