Durante este acto a Froilán Jiménez, una mujer parte del colectivo 30S puso una bandera con los rostros de Rafael Correa y Jorge Glas, encima de la placa que guarda el rostro de Froilán. El Coronel Cesar Carrión la retiró con indignación. @eluniversocom
Al dolor del 30-S se sumó indignación por incidentes causados por correístas
Flor Granda se arrodilló. Con un ramo de rosas blancas y en medio de lágrimas limpió la placa de mármol que tiene la foto de su hijo el policía Froilán Jiménez, quien falleció el 30 de septiembre de 2010, durante el operativo para sacar al expresidente Rafael Correa del hospital de la Policía Nacional, tras una insubordinación policial.
Ayer, a los ocho años de este suceso, Granda, su hija Sandra Jiménez y el coronel en servicio pasivo César Carrión se reunieron afuera de ese hospital, para colocar una ofrenda floral en memoria de Froilán. Los acompañó Julio César Trujillo, presidente del Consejo de Participación Ciudadana transitorio.
Carrión era director del hospital ese año, y fue preso mientras se lo investigó por tentativa de asesinato a Correa. “Aquí estamos para decir que hay que decir la verdad. Ocho años para encubrir el asesinato de Froilán, del soldado Darwin Panchi, de Juan Pablo Bolaños... No podemos quedarnos con la impunidad que dejó el Gobierno anterior”.
Sandra Jiménez reclamó que pese a estos ocho años no se sabe quién disparó a su hermano. “Estamos hasta ahora pidiendo justicia, porque se sepa qué pasó el 30 de septiembre, donde sinceramente se nos tapó la verdad para ocultar a un principal asesino”.
Sus discursos se confundían con los gritos de admiradores de Correa, agrupados en un colectivo ‘30S Nunca más’, que decían “sinvergüenza” a Carrión, hoy asambleísta.
Una de ellas gritaba: “¡Mátame, mátame. Mátenme, mátenme, si quieren, aquí estoy! ¡No nos pueden sacar de aquí, porque venimos a favor de Correa!”, increpó llorando.
Su reclamo se dio ante la indignación de César Carrión, que retiró una tela con los rostros de Correa, y el exvicepresidente Jorge Glas que desplegó la mujer sobre la placa en memoria de Jiménez. Efectivos de la Policía controlaron el incidente, aunque no pararon los gritos de los correístas.
Ramiro Panchi, padre del soldado de las Fuerzas Armadas Darwin Panchi que también falleció durante la revuelta, se dijo indignado porque “no se ha hecho nada” por su hijo.
En Twitter, el presidente de Bolivia, Evo Morales, escribió que luego del 30-S, ahora Correa es “víctima de la traición y persecución”, pero que el “valeroso pueblo de Ecuador defenderá su revolución”. (I)