Lista la primera fase del Mercado 1
Los comerciantes de pescado y mariscos tendrán que esperar 60 días más para volver a sus sitios de trabajo en el mercado No. 1.
Esta semana será terminada la obra civil de la primera fase de remodelación del centro de abastos, que incluyó las áreas de pollos, lácteos, carnes y mariscos y pescados.
Angelita Baque, supervisora de los trabajos, informó que ayer iniciaron la limpieza de las áreas para la entrega de la obra al municipio.
62 espacios para venta de pollos y lácteos, 78 para carnes, 24 para legumbres y 63 para pescados y mariscos están considerados en el proyecto, contratado en 607 mil dólares con el Consorcio Mercados y Parques.
Cuando se liquide el proyecto se conocerá el monto final invertido.
Virgilio Briones, gerente de la empresa Portomercados, dijo que en el área de carnes falta instalar equipos de extracción de olores y de ventilación para reubicar a los comerciantes, lo que ya fue contratado junto con los frigoríficos panorámicos para los espacios de pescados y mariscos y las puertas automáticas, por un monto de 250 mil dólares.
Esperamos que todo esté terminado en unos 60 días para que los vendedores se retiren de la calle Julio Jaramillo, donde trabajan provisionalmente, indicó.
Sobre la segunda fase, dijo que está en proceso de contratación la construcción de los comedores en la planta alta, que será ampliada, un parqueadero, cerramiento y zona para venta de vegetales, con lo que se completaría una inversión de 1,6 millones de dólares en ese mercado, que tendrá una imagen renovada.
Mercado 2. Sobre la reconstrucción del mercado 2, que había anunciado se iniciaría este año, Briones informó que resolvieron esperar los estudios del sistema de comercialización de mercados del cantón, que definirá lo que hay que hacer, aunque ya cuentan con diseños que definen un moderno centro de abastos. El estudio cuesta 321.547 dólares, financiados con un crédito del Banco del Estado.
“Buscamos recuperar el control, ordenamiento, seguridad y limpieza del lugar”, acotó.
Insalubridad. En la calle Julio Jaramillo, que conecta a la García Moreno y la Córdova, la insalubridad persiste frente a las bodegas donde guardan el pescado.
Olores fétidos emanan de las vísceras de pescado y sangre mezclada con el agua que los comerciantes lanzan al pavimento luego de lavar el producto.
“Es insoportable cruzar por aquí”, indicó María Vera, que llegó a comprar mariscos y el mal olor la hizo retirarse.
Dijo que el municipio debe mantener la limpieza de la calle, donde fueron reubicados los vendedores, y no permitir que sigan allí cuando termine la remodelación del mercado.
Fuente: El Diario Manabita