Bastoneras estarán ausentes en desfile tras 65 años de tradición
Por primera vez en al menos 65 años, mañana no habrá bastoneras en el tradicional desfile estudiantil por la independencia de Portoviejo.
Manuel Rivadeneira, coordinador zonal del Ministerio de Educación, dijo que no es una prohibición sino el cumplimiento de una norma que cambia las bandas de guerra por representaciones musicales con comparsas, carros alegóricos y más expresiones culturales. Este año el tema designado es “Identidad cultural latinoamericana”.
Sobre las bastoneras el funcionario dijo que no las habrá este año porque se representará el tema citado.
“En los estudiantes hay que cultivar la cultura y el folclore. Las bastoneras, salvo un mejor criterio, no representan nada de folclore y cultura”, indicó el funcionario y resaltó que en las inspecciones previas que han hecho han notado gran alegría, entusiasmo y aceptación de parte de alumnos y maestros.
Ivo Uquillas, artista, opinó que al buscar otros ritmos y representaciones se gana culturalmente, ya que se emplea música del Ecuador y diferentes expresiones de danza.
El historiador Ramiro Molina señaló que los desfiles en Portoviejo datan de alrededor de 1917 y que cerca de 1950 ya se ven las primeras bandas musicales acompañadas de un bastonero que abría el paso. Dijo que esto empezó a replicarse y se convirtió en un elemento infaltable en los desfiles de la ciudad.
Molina resalta que el bastonero o cachiporrero era el guía, el que abría el paso de la representación de los planteles y señala que es un elemento muy común en los desfiles en muchas sociedades del mundo.
“¿Quién determina qué es cultura?, ¿el individuo o la sociedad? La cultura no está sujeta al criterio de un individuo, está sujeta al proceso de la sociedad”, reflexiona al opinar que medidas como esta deben ser difundidas y debatidas.
Venancio Larrea, director municipal de Cultura, opinó a título personal que “no veo ninguna razón para prohibirse”, y señaló que es una tradición de décadas que tiene el agrado y aceptación de la población.
Grace Rodríguez tiene 37 años. Cuando cursaba la secundaria, entre el 1993 y 1995, fue bastonera del colegio Uruguay. Luego de graduada incluso fue por más de una década instructora de aquello en el colegio Informática. Ella recuerda que de esa época aprendió disciplina y dedicación. También aunque ocupaba tiempo llegó al cuadro de honor en su plantel. Grace cree que si no se retoma la costumbre morirá, “pero vivirá siempre en quienes tuvimos ese orgullo de ser bastoneras”.